El pasado 6 de junio de 2025, en Los Ángeles, ICE llevó a cabo redadas en vecindarios del condado y en zonas de alta concurrencia como el Fashion District, Home Depot y varios mayoristas de ropa, arrestando a un centenar de personas durante la operación. La intervención en territorios catalogados como “santuarios” para inmigrantes elevó la tensión migratoria a un punto crítico. La respuesta de la comunidad no se hizo esperar: Masivas protestas estallaron rápidamente en el centro de la ciudad, evidenciando el creciente descontento frente a las políticas migratorias federales.
Si bien las protestas en Los Ángeles comenzaron de forma mayormente pacífica, el crecimiento de las manifestaciones derivó en enfrentamientos con la policía que rápidamente escalaron en violencia. Entre gases lacrimógenos y una serie de arrestos a manifestantes, el Gobierno Federal tomó una medida sin precedentes al ordenar el despliegue de la Guardia Nacional de Estados Unidos, lo que terminó de tensar aún más el clima social. Como resultado, las movilizaciones ya no se limitan únicamente a California; actualmente, las protestas a lo largo de Estados Unidos se están multiplicando en diversas ciudades, reflejando el creciente malestar nacional ante las políticas de inmigración y las redadas de ICE.
¿Qué dicen las demás Autoridades Sobre Las Redadas de ICE?
Por lo ocurrido ese mismo viernes, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, expresó públicamente su indignación y profunda tristeza ante las acciones de los agentes federales de inmigración que intervinieron dentro de los denominados territorios santuario. En su declaración, Bass no solo condenó las redadas, sino que también enfatizó el impacto negativo que estas decisiones generan en la seguridad y la estabilidad emocional de miles de familias inmigrantes que forman parte esencial del tejido social de la ciudad. Reafirmó, además, su compromiso de apoyar a las comunidades indocumentadas de Los Ángeles, resaltando que “nadie debería vivir con miedo simplemente por buscar una vida mejor”.
A este rechazo se sumó el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, quien calificó las intervenciones ordenadas por el gobierno de Trump como "un paso inconstitucional y profundamente provocador", advirtiendo que tales acciones violan la soberanía del estado. Newsom anunció, de inmediato, la interposición de una demanda legal contra el gobierno federal por el despliegue unilateral de la Guardia Nacional, realizado sin el consentimiento ni la coordinación del estado de California.
Por su parte, el fiscal general del estado, Rob Bonta, fue aún más tajante al calificar estas medidas como un claro abuso de autoridad. Bonta señaló que el envío de tropas sin autorización legal representa no solo una violación a los principios de autonomía estatal, sino un riesgo innecesario que exacerba el miedo y la división entre las comunidades.
Sin embargo, lejos de calmarse la situación, el conflicto escaló aún más el lunes 9 de junio, cuando el gobierno federal anunció una nueva movilización militar: aproximadamente 700 marines fueron trasladados desde la base de Twentynine Palms hacia el área metropolitana de Los Ángeles, con el objetivo de brindar apoyo logístico a la Guardia Nacional en el control de las protestas. Aunque legalmente los marines no pueden ejercer funciones de control civil —salvo bajo excepciones muy específicas, como la invocación de la Ley de Insurrección— el ejército de Estados Unidos confirmó su presencia operativa en el condado, lo que encendió aún más la alarma entre defensores de derechos humanos y líderes comunitarios.
Todas estas acciones reflejan, una vez más, el desprecio por las políticas de santuarios migratorios que comenzaron a consolidarse en la década de 1980 como un esfuerzo por proteger a los inmigrantes más vulnerables. A pesar de que Los Ángeles es la segunda ciudad más grande del país y formalizó su condición de santuario mediante una ordenanza municipal que prohíbe el uso de recursos locales para colaborar con las autoridades federales de inmigración, hoy vuelve a ser un blanco directo de la estrategia migratoria del gobierno de Trump. Para miles de familias hispanas, estos operativos representan no solo una amenaza legal, sino un ataque directo a su dignidad, sus derechos y su anhelo de construir un hogar seguro en Estados Unidos.
El video muestra una operación en curso de HSI / ICE que tiene lugar en el centro de Los Ángeles. Las puertas del edificio han sido cerradas mientras varios empleados permanecen retenidos dentro de las instalaciones ubicadas en 940 Towne Avenue. La escena captura la fuerte presencia de agentes federales mientras se llevan a cabo las redadas.
Se Multiplican las Protestas en EE.UU
A raíz de esta nueva etapa de las redadas de ICE, que no solo afecta de forma directa a la comunidad inmigrante, sino que además plantea serios desafíos al orden público y al debate nacional, distintas ciudades importantes han comenzado a sumarse a la creciente ola de protestas. Lo que comenzó como un movimiento focalizado en Los Ángeles, rápidamente se transformó en una jornada de manifestaciones a lo largo de varias regiones del país.
Durante la tarde del sábado, en la ciudad de Nueva York, alrededor de 100 personas se congregaron en Federal Plaza para manifestarse en solidaridad con los inmigrantes afectados. Aunque en un inicio la protesta transcurrió de manera pacífica, la tensión se elevó cuando los manifestantes bloquearon el paso de una camioneta blanca que intentaba salir de un edificio de la zona, presuntamente vinculada a operativos federales. La situación escaló rápidamente, derivando en choques directos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Diversos videos que circularon en redes sociales captaron los momentos de mayor tensión, donde se observa el uso de gas pimienta, empujones y maniobras de dispersión empleadas por la policía para retomar el control. Como resultado de estos enfrentamientos, al menos 22 personas fueron arrestadas y varios manifestantes resultaron heridos, aumentando aún más la preocupación por la represión de las protestas pacíficas en un contexto ya de por sí altamente sensible.
Frente a estos hechos, el alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams —considerado uno de los aliados estratégicos de Trump en temas de seguridad—, fue tajante en sus declaraciones. Adams advirtió que no permitirá actos de desobediencia civil que deriven en violencia dentro de la ciudad, y calificó los recientes enfrentamientos ocurridos en Los Ángeles como "absolutamente inaceptables", alineándose así con la retórica federal de mano dura frente a las manifestaciones.
Más allá de Nueva York y California, la indignación se ha expandido por múltiples estados. En Illinois, Nuevo México, Pensilvania, Florida, Massachusetts y otros territorios, se han registrado marchas masivas en los últimos días. Hasta la fecha, organizaciones de derechos civiles reportan protestas confirmadas en al menos 24 ciudades a lo largo de Estados Unidos, reflejando la magnitud del descontento que atraviesa buena parte del país.
Lejos de disminuir, este movimiento parece estar apenas comenzando. Diversos grupos de activistas han convocado a nuevas manifestaciones nacionales programadas para el próximo sábado, coincidiendo, de manera simbólica, con el cumpleaños del presidente Trump. Se anticipa que estas nuevas jornadas de protesta podrían reunir a miles de personas, elevando nuevamente la tensión social en un escenario que ya preocupa tanto a las autoridades locales como a los observadores internacionales.
El impacto en la comunidad Latina
Además de exigir el fin de las redadas y el respeto a las ciudades santuario, los manifestantes han anunciado nuevas movilizaciones en apoyo a dirigentes sindicales y defensores de derechos civiles que han sido detenidos durante las jornadas, todo esto en medio del clima de terror e incertidumbre que atraviesa el país. Incluso familias con estatus migratorio regular o solicitudes pendientes han optado por limitar sus salidas por temor a ser detenidas de forma arbitraria en el transcurso de las operaciones.
Organizaciones de derechos civiles reportan un incremento en las llamadas de emergencia de personas que, aun contando con un estatus legal, temen ser víctimas de perfilamiento racial o detenciones injustificadas. En paralelo, las ausencias escolares han aumentado y cada vez más pacientes cancelan citas médicas por miedo a ser interceptados en controles improvisados.
A nivel emocional, el impacto también es significativo: ansiedad, estrés postraumático, desconfianza e interrupciones en la vida cotidiana afectan incluso a ciudades históricamente consideradas espacios seguros para inmigrantes. Estas son algunas de las muchas consecuencias que generan las acciones del gobierno Trump.
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En medio de este panorama, contar con una asesoría legal confiable es más importante que nunca. En Tingen Law, nos mantenemos informados de cada nuevo desarrollo dentro del gobierno Trump para poder ofrecer, de primera mano, asistencia útil ante los desafíos que enfrenta la comunidad hispana frente a estas redadas y las nuevas políticas migratorias.
Nuestro equipo de abogados de inmigración, en una firma con más de 10 años de experiencia, está preparado para evaluar tu situación migratoria actual, analizar los posibles riesgos que puedas enfrentar y diseñar un plan de acción personalizado. Además, si ya te encuentras en algún proceso de remoción, podemos asistirte en defensa de deportación, solicitudes de cancelación de remoción y mociones de reapertura de casos.
Asimismo, como hemos mencionado anteriormente, las solicitudes de asilo, TPS, perdones y otros alivios migratorios continúan siendo áreas sensibles que requieren de vigilancia y seguimiento legal especializado.
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¿Qué deben saber los inmigrantes en este momento?
Ante este clima de tensión e incertidumbre, es esencial que conozcas tus derechos y estés preparado para cualquier eventualidad. Estos son algunos puntos clave que todos deben tener presente:
Tienes derechos, sin importar tu estatus migratorio
- Tienes derecho a guardar silencio.
- Puedes negar el ingreso a tu hogar, a menos que los agentes presenten una orden judicial válida firmada por un juez.
- No estás obligado a firmar documentos sin haberlos revisado previamente con un abogado.
2. Prepara un plan familiar de emergencia
En Tingen Law contamos con una Guía de Supervivencia para Inmigrantes, donde te explicamos qué documentos debes mantener en un lugar seguro, cómo establecer la protección de tus hijos en caso de ser detenido y qué números de contacto esenciales debes tener a mano, incluyendo los de abogados de inmigración. Si deseas revisar esta guía, haz clic en este enlace.
3. Evita riesgos innecesarios y mantente informado
Es importante que estés al tanto de las zonas donde se están realizando las protestas, para reducir el riesgo de detenciones accidentales. Puedes suscribirte a nuestro Newsletter, donde compartimos actualizaciones relevantes sobre el clima migratorio en Estados Unidos.
4. Busca asesoría legal cuanto antes
Si tienes un caso pendiente, dudas sobre tu estatus o cualquier inquietud, es fundamental consultar cuanto antes con uno de nuestros abogados de inmigración. Analizaremos tu situación y te ayudaremos a determinar las mejores opciones legales disponibles.
Conclusión
En el contexto migratorio actual, los cambios están ocurriendo a gran velocidad. Las recientes protestas, las operaciones de redadas de ICE a lo largo de Estados Unidos y las nuevas leyes que se están debatiendo colocan en el centro del debate la vida de millones de inmigrantes que diariamente luchan por construir un futuro seguro en este país.
Aunque el panorama puede generar temor e incertidumbre, es precisamente en estos momentos cuando la información, la unidad y el acceso a una asesoría legal confiable se convierten en herramientas esenciales para tu bienestar y protección.
Nuestra prioridad en Tingen Law es mantenerte informado y acompañarte en este camino, brindándote orientación legal personalizada para cada caso. Este no es el momento de postergar decisiones: contáctanos cuanto antes para analizar tu situación y ayudarte a proteger tus derechos y los de tu familia.