Roque salió de Honduras tras sufrir amenazas, violencia y la corrupción sistemática del gobierno. Como profesional con sólidos valores y el deseo de construir un futuro para su familia, Roque ya no podía vivir bajo un régimen que castigaba el pensamiento libre y ponía en riesgo su vida.
Su camino hacia la seguridad no fue fácil, pero gracias a su perseverancia y al apoyo de un equipo legal con experiencia, Roque obtuvo asilo y comenzó un nuevo capítulo en los Estados Unidos.
Perseguido por decir la verdad
Roque ocupaba un puesto en el gobierno de Honduras, donde se expresaba abiertamente contra la injusticia y se oponía a la corrupción. Pero en un país donde alzar la voz puede convertirte en blanco de represalias, su franqueza tuvo un alto precio.
Recibió amenazas, y aun cuando intentó denunciar delitos, sus esfuerzos fueron ignorados o castigados. Roque también fue testigo del colapso de las instituciones públicas más básicas — desde fuerzas policiales que no respondían, hasta hospitales sin medicamentos. En un momento dado, fue atacado mientras simplemente conducía su motocicleta, un recordatorio de que la seguridad ya no estaba garantizada.
“El país se estaba volviendo increíblemente peligroso. La corrupción nos estaba acabando. No era seguro ni siquiera ir a trabajar”.
Con el tiempo, Roque comprendió que el peligro era demasiado grande — no solo para él, sino también para sus hijos. Con profunda tristeza, dejó atrás el país que amaba en busca de seguridad y dignidad.
Ganar su asilo y una oportunidad de futuro
El caso de asilo de Roque no fue sencillo. Como señaló en su entrevista, el sistema puede ser abrumador — y muchos inmigrantes lo enfrentan solos o sin el apoyo legal adecuado.
Afortunadamente, Roque encontró orientación a través de una firma que escuchó su historia, respetó su experiencia y luchó por su derecho a permanecer en el país.
"Con ustedes encontré apoyo. Me sentí escuchado. No me trataron como un número, sino como una persona".
El asilo de Roque fue aprobado, lo que le abrió las puertas a una autorización de trabajo, un camino hacia la residencia y la posibilidad de brindarle estabilidad a su familia.
A New Life Rooted in Safety and Hope
Ahora en los Estados Unidos, Roque está reconstruyendo su vida con dignidad. Está enfocado en trabajar, aprender inglés, apoyar la educación de sus hijos y, eventualmente, convertirse en residente permanente del país.
Aunque el dolor de haber dejado su tierra natal no ha desaparecido, Roque cree que tomó la decisión correcta — y espera que otros también encuentren el valor y el apoyo que necesitan.
“Solo quería vivir en paz, sin miedo. Y hoy, gracias a Dios y a ustedes, eso es posible”.
Consejos para otras personas que buscan asilo
El mensaje de Roque, es claro:
- No te rindas, el camino puede ser largo pero vale totalmente la pena.
- Encuentra la ayuda legal correcta, un buen equipo legal lo es todo.
- Cuenta tu historia, se honesto y siempre habla con la verdad.
Para quienes no comprenden por qué las personas migran, Roque ofrece un recordatorio lleno de empatía:
"No estamos aquí para quitarle nada a nadie. Estamos aquí para contribuir, para trabajar, para vivir en paz".
Si estás enfrentando miedo, peligro o injusticia en tu país de origen, no estás solo — y sí existe un camino hacia adelante.
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